Begoña Gros en “El ordenador invisible” establece cinco categorías para la gran variedad de productos informáticos que se pueden utilizar para la enseñanza :
- Programas instructivos: software educativo para diferentes áreas y niveles.
- Programas vacíos: procesadores de texto, bases de datos, hojas de cálculo, diseño gráfico, programas para creación de página web, multimedia, etc.
- Programas para el desarrollo de habilidades y estrategias: juegos, simulaciones.
- Programas de comunicación: correo electrónico, chats, news.
- Programas de consulta y acceso a la información: enciclopedias multimedia, páginas web
Sin embargo, me parece oportuno recordar al momento de planificar una intervención educativa con uso de TICs que:
No se puede esperar impacto importante alguno cuando se practica la misma vieja actividad con una tecnología que hace que se realice esta misma actividad más rápidamente o con mayor facilidad. Es preciso cambiar la actividad, y esto no puede efectuarse en un vacío cultural. La tecnología no es el único factor que afecta las mentes; es toda la “nube de variables correlativas” -la tecnología, la actividad, el objetivo, el ambiente, el rol del profesor, la cultura- que ejercen sus efectos combinados.
(Gabriel Salomón, David Perkins y Tamar Globerson. "Coparticipando en el conocimiento: la ampliación de la inteligencia humana con las Tecnologías Inteligentes". Revista Comunicación, Lenguaje y Educación: Métodos y técnicas para el educador en las áreas del currículo)
A veces como educadores focalizamos en la elección de una determinada herramienta sin considerar debidamente esa "nube de variables correlativas" que son tanto o más sustanciales que las tecnologías.
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