miércoles, 15 de julio de 2009

Nuevas formas de pensar: me conecto, luego, pienso con otros

Internet permite no sólo englobar contenidos y enlazar usuarios sino también conectar inteligencias[1]: a través del ciberespacio se gestan movimientos políticos y sociales, investigaciones científicas, grupos colaborativos, propuestas artísticas colectivas. Pierre Lévy sostiene que “La web del futuro expresará la inteligencia colectiva de una humanidad mundializada e interconectada a través del ciberespacio”.[2] Nadie tiene el conocimiento absoluto por ello la construcción de conocimientos en red favorece la sinergia de inteligencias, la optimización de recursos cognitivos.
Cobo Romaní se refiere a ello:

Una de las implicancias más relevantes de esta transformación, denominada
web 2.0, tiene relación con los nuevos espacios de articulación civil. El mejor
ejemplo de este fenómeno ha sido la consolidación de los denominados flash mob
(movilizaciones instantáneas) que se están realizando en todo el mundo, los
cuales permiten articular a grandes cantidades de individuos para manifestarse y
organizarse colectivamente, a través de las nuevas tecnologías de información y
comunicación
”.[3]

La interacción entre culturas se intensifica con los intercambios tecnológicos y económicos aumentando los choques interculturales. García Canclini se pregunta sobre la posibilidad de construir un orden intercultural globalizado en el que las diferencias no sean amenazas:

La diversidad reaparece, así, en el núcleo del proyecto de sociedad del
conocimiento. Es el componente que la distingue de la sociedad de la
información, y el punto en que se articulan la problemática de la diferencia y
la problemática dela conexión. Podemos conectarnos con los otros únicamente para
obtener información, como lo haríamos con una máquina proveedora de datos.
Conocer al otro en cambio, es tratar con sus diferencias
" .[4]

Somos habitantes de un ecosistema comunicativo denso, veloz, heterogéneo, donde el poder de las redes permite ampliar inteligencias, estimular potencialidades. Las conexiones electrónicas nos hacen disponer de una mente colectiva, viva, extendida.Todo esto implica “pensar en las relaciones sociales, en la dialéctica de la interlocución con otros, de una manera completamente nueva, una manera en la que hay un número indeterminado de agentes activos, de posiciones, de identidades. Vivir y comunicar en red supone previamente aceptar y vivir en diversidad”.[5]
Rheingold introduce el concepto de multitudes inteligentes, haciendo referencia a un núcleo de personas conectadas que cooperan autoorganizadas y generan una inteligencia colectiva [6]: "el profundo potencial transformador de la conexión entre las tendencias sociales de la humanidad y la eficacia de las tecnologías de la información radica en la posibilidad de hacer nuevas cosas juntos, de cooperar en escalas y modos que antes no eran posibles".
Algunos especialistas hablan de cognición distribuida refiriéndose a la posibilidad de desarrollar inteligencia con otros y aprovechando el entorno y los artefactos. Perkins, considera que la persona-más el entorno puede mejorar su rendimiento y ampliar capacidades.[7]


[1] De Kerchove, Derrick (1999). Inteligencias en conexión. Gedisa, Barcelona.
[2] Lombard, Pierre. Le futur Web exprimera l'intelligence collective de l'humanité [Pierre Lévy] [en línea] Journal du Net. Agosto de 2003. http://www.journaldunet.com/
[3] Cobo Romaní, Cristóbal. (2006) Las multitudes inteligentes de la era digital . Disponible en: http://www.revista.unam.mx/vol.7/num6/art48/jun_art48.pdf
[4] García Canclini, Néstor. Diferentes, desiguales y desconectados. Mapas de la interculturalidad. Gedisa, Barcelona. 2004 .
[5] De Ugarte, David. (2007) El poder de las redes. Edición electrónica en español disponible en http://www.deugarte.com/gomi/el_poder_de_las_redes.pdf
[6] Rheingold, Howard. Multitudes inteligentes. La próxima revolución social. Barcelona, Gedisa, 2004.
[7] Perkins, David (2001) La persona-más: una visión distribuida del pensamiento y el aprendizaje, en Salomon, Gavriel (comp.), Cogniciones distribuidas, Buenos Aires, Amorrortu.

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