domingo, 3 de junio de 2007

¿Educadores tecnofóbicos o tecnófilos?

Umberto Eco ya por 1965 planteaba en Apocalípticos e Integrados las dos posturas desatadas frente al tema de los medios audiovisuales y la cultura de masas: la de los apocalípticos que veían en ella el signo de una caída irrecuperable y la de los integrados que creían optimistamente que era una oportunidad de generalización del marco cultural.
Pareciera que hoy con el tema de las Nuevas Tecnologías y la Educación nos encontramos con similares posturas maniqueas.
Pérez Tornero en el Cap. 1 de su libro Comunicación y educación en la sociedad de la información plantea esas actitudes y valoraciones contradictorias frente a los cambios. Habla del reformismo optimista que ve en el acceso a la red la democratización de la sociedad y un mayor grado de libertad de expresión y de acción. Por otro lado el reformismo pesimista que reconoce el progreso que representa la modernización de las escuelas y su democratización, pero considera que estos procesos operan progresivamente hacia la concentración del poder y no hacia un avance democrático. El tradicionalismo pesimista que ve estos cambios como una pérdida irreparable y como un salto al vacío, el antirreformismo apocalíptico que considera estos cambios como una invasión programada del sistema capitalista por ocupar y regir el espacio de la educación.
Ni apocalípticos ni optimistas, ni tradicionalistas ni reformistas, ni tecnófilos ni tecnofóbicos: el desafío pedagógico trasciende las antítesis. Será cuestión de asumir las tensiones, de examinar, investigar, innovar, apropiarnos de aquellas estrategias y herramientas tecnológicas que nos parezcan significativas para el proceso de enseñanza- aprendizaje sin olvidar la centralidad del ser humano.
Alejandro Piscitelli (gerente del portal Educ.ar )en una entrevista publicada recientemente en el sitio de la UOC afirma que “el fenómeno de globalización tecnológica es demasiado complejo como para situarlo en categorías intelectuales, que suelen ser muy maniqueas, muy dualistas (bueno-malo, democratización-polarización). Sigue más la lógica difusa (fuzzy logia), que sostiene que los valores de verdad de las proposiciones no son sólo verdadero o falso sino que son verdadero, falso y, en el medio, mil cosas posibles.”
Interesante la entrevista porque habla también de que la brecha digital se acentúa porque los pobres digitales son además pobres analógicos.

2 comentarios:

Soledad López dijo...

Excelente página, compartimos pensamientos: ingresá a mi blogs: espaciodeconsultoriayasistenciatcnica.blogspot.com

Mónica Rivas dijo...

Gracias Soledad! Por allí pasaré para enriquecerme con tus aportes, siempre es bueno saber que hay alguien allí para dialogar! cariños