domingo, 19 de julio de 2009

Nuevos entornos, otras identidades

La red nos vuelve seres conectados, relacionales. Tal como sostiene Lash vivimos en un entorno tecnológico a distancia, en el cual lo de adentro está afuera y lo de afuera adentro. [1]
Más allá de las diferentes formas de acceso y de las indiscutidas brechas sociales y simbólicas, las tecnologías convergentes penetran sostenidamente en los distintos grupos sociales constituyendo un factor de transmisión cultural y de definición de la identidad.
Echeverría sostiene que el ser humano emigró del primer espacio, la naturaleza, hacia el segundo, la ciudad, y ahora está inmerso en un nuevo entorno, regido por la informática y las comunicaciones en el cual la identidad del sujeto es plural. El “tercer entorno” posee propiedades naturales, industriales y tecnológicas que diseñan una complejidad sin precedentes en el cual conviven el teléfono, la radiotelevisión, redes telemáticas, tecnologías multimedia, videojuegos y tecnologías de realidad virtual:



“(…) es un nuevo espacio social en fase de emergencia, construcción y expansión,
tanto material como social y mental. La globalización electrónica no sólo
implica un cambio tecnológico, sino también una transformación social, cultural
y mental.(…) El tercer entorno puede ser multicultural y plurilingüístico, pero
también corre el peligro de convertirse en un ámbito propicio para el
colonialismo cultural y el monolingüismo. Para evitarlo se requieren acciones
sociales y políticas que orienten el desarrollo del espacio electrónico en tales
direcciones.”
[2]

Simone habla de una “tercera fase” para referirse al cambio en los modelos de inteligencia y las formas de adquirir conocimientos que caracterizan a nuestro tiempo. Sostiene que:



“(…) a finales del siglo XX hemos pasado gradualmente de un estado en el que el
conocimiento evolucionado se adquiría sobre todo a través del libro y la
escritura (es decir, a través del ojo y la visión alfabética o si se prefiere, a
través de la inteligencia secuencial) a un estado en el que éste se adquiere
también –y para muchos principalmente– a través de la escucha (es decir, el
oído) o la visión no-alfabética (que es una modalidad específica del ojo), es
decir, a través de la inteligencia simultánea. Hemos pasado, así pues, de una
modalidad de conocimiento en la cual prevalecía la linealidad a otra en la que
prevalece la simultaneidad de los estímulos y de la elaboración.”
[3]

El aceleramiento en los procesos de almacenamiento, modificación, distribución y destrucción de información transforma nuestra temporalidad y “la duración de la herencia”. Jacques Derrida afirma que la hipervaloración de la velocidad y de lo nuevo, ponen en cuestión la idea de una herencia duradera y nos envuelve en un clima de fugacidad e incertidumbre con respecto al futuro.
[4] Bauman señala que la velocidad de las transformaciones, los procesos de destradicionalización e innovación constantes, las grandes modificaciones en las instituciones modernas tradicionales y el culto a la individualidad erosionan las razones de nuestra vida cotidiana: vivimos así en una “modernidad líquida”, en la que todo fluye, se mueve. En estos escenarios de globalización y profundos cambios del contexto socio-cultural nuestras identidades también se transforman.[5]
Tal como afirma Barbero “
Hoy decir identidad implica también – sino queremos condenarla al limbo de una tradición desconectada de las mutaciones perceptivas y expresivas del presente – hablar de redes, flujos, movilidades, instantaneidad, desanclaje. Antropólogos ingleses llaman a eso raíces en movimiento”.[6] La complejidad actual de la construcción de nuestra identidad se vincula con nuestra pertenencia a múltiples contextos y a la posibilidad de construir identidades virtuales y proyectivas, propias de la interacción en internet.[7]


[1]Lash, Scott. Crítica de la información. Buenos Aires, Amorrortu, 2005.
[2]Echeverría, J. Impacto Cultural, Social y Lingüístico de las Nuevas Tecnologías de la Información y las Comunicaciones (TIC) Disponible en: http://www.campus-oei.org/tres_espacios/icoloquio8.htm
Puede ampliarse el tema en Echeverría, J. (2006),
La vida en el tercer entorno, entrevista a BBC Mundo.com, disponible en: http://news.bbc.co.uk/hi/spanish/science/newsid_6128000/6128546.stm
[3] Simone, Raffaele (2001), La tercera fase, Taurus, Madrid.
[4] Derrida, J. (2006), Aprender por fin a vivir. Entrevista con Jean Birnbaum, Buenos Aires, Amorrortu.
[5] Bauman, Z. (1999), La globalización. Consecuencias humanas, Buenos Aires-México DF, Fondo de Cultura Económica.
[6] Martín Barbero, Jesús. (Coordinador) Colombia: ausencia de relato y desubicación de lo nacional en: Cuadernos de Nación. Tomo: Imaginarios de nación. Pensar en medio de la tormenta. Ministerio de Cultura. Bogotá, Abril de 2002.
[7] El tema puede ser ampliado en Melucci, A. (2001), Vivencia y convivencia. Teoría social para una era de la información, Madrid, Trotta.

miércoles, 15 de julio de 2009

Nuevas formas de pensar: me conecto, luego, pienso con otros

Internet permite no sólo englobar contenidos y enlazar usuarios sino también conectar inteligencias[1]: a través del ciberespacio se gestan movimientos políticos y sociales, investigaciones científicas, grupos colaborativos, propuestas artísticas colectivas. Pierre Lévy sostiene que “La web del futuro expresará la inteligencia colectiva de una humanidad mundializada e interconectada a través del ciberespacio”.[2] Nadie tiene el conocimiento absoluto por ello la construcción de conocimientos en red favorece la sinergia de inteligencias, la optimización de recursos cognitivos.
Cobo Romaní se refiere a ello:

Una de las implicancias más relevantes de esta transformación, denominada
web 2.0, tiene relación con los nuevos espacios de articulación civil. El mejor
ejemplo de este fenómeno ha sido la consolidación de los denominados flash mob
(movilizaciones instantáneas) que se están realizando en todo el mundo, los
cuales permiten articular a grandes cantidades de individuos para manifestarse y
organizarse colectivamente, a través de las nuevas tecnologías de información y
comunicación
”.[3]

La interacción entre culturas se intensifica con los intercambios tecnológicos y económicos aumentando los choques interculturales. García Canclini se pregunta sobre la posibilidad de construir un orden intercultural globalizado en el que las diferencias no sean amenazas:

La diversidad reaparece, así, en el núcleo del proyecto de sociedad del
conocimiento. Es el componente que la distingue de la sociedad de la
información, y el punto en que se articulan la problemática de la diferencia y
la problemática dela conexión. Podemos conectarnos con los otros únicamente para
obtener información, como lo haríamos con una máquina proveedora de datos.
Conocer al otro en cambio, es tratar con sus diferencias
" .[4]

Somos habitantes de un ecosistema comunicativo denso, veloz, heterogéneo, donde el poder de las redes permite ampliar inteligencias, estimular potencialidades. Las conexiones electrónicas nos hacen disponer de una mente colectiva, viva, extendida.Todo esto implica “pensar en las relaciones sociales, en la dialéctica de la interlocución con otros, de una manera completamente nueva, una manera en la que hay un número indeterminado de agentes activos, de posiciones, de identidades. Vivir y comunicar en red supone previamente aceptar y vivir en diversidad”.[5]
Rheingold introduce el concepto de multitudes inteligentes, haciendo referencia a un núcleo de personas conectadas que cooperan autoorganizadas y generan una inteligencia colectiva [6]: "el profundo potencial transformador de la conexión entre las tendencias sociales de la humanidad y la eficacia de las tecnologías de la información radica en la posibilidad de hacer nuevas cosas juntos, de cooperar en escalas y modos que antes no eran posibles".
Algunos especialistas hablan de cognición distribuida refiriéndose a la posibilidad de desarrollar inteligencia con otros y aprovechando el entorno y los artefactos. Perkins, considera que la persona-más el entorno puede mejorar su rendimiento y ampliar capacidades.[7]


[1] De Kerchove, Derrick (1999). Inteligencias en conexión. Gedisa, Barcelona.
[2] Lombard, Pierre. Le futur Web exprimera l'intelligence collective de l'humanité [Pierre Lévy] [en línea] Journal du Net. Agosto de 2003. http://www.journaldunet.com/
[3] Cobo Romaní, Cristóbal. (2006) Las multitudes inteligentes de la era digital . Disponible en: http://www.revista.unam.mx/vol.7/num6/art48/jun_art48.pdf
[4] García Canclini, Néstor. Diferentes, desiguales y desconectados. Mapas de la interculturalidad. Gedisa, Barcelona. 2004 .
[5] De Ugarte, David. (2007) El poder de las redes. Edición electrónica en español disponible en http://www.deugarte.com/gomi/el_poder_de_las_redes.pdf
[6] Rheingold, Howard. Multitudes inteligentes. La próxima revolución social. Barcelona, Gedisa, 2004.
[7] Perkins, David (2001) La persona-más: una visión distribuida del pensamiento y el aprendizaje, en Salomon, Gavriel (comp.), Cogniciones distribuidas, Buenos Aires, Amorrortu.

martes, 14 de julio de 2009

El yo enredado: nuevas configuraciones de identidades

Vivimos en una sociedad red, abierta, con arquitectura descentralizada y estructurada en torno a flujos financieros. Hemos pasado de la Galaxia Gutemberg (McLuhan ,1985) a la Galaxia de Internet (Castells, 2001), lo cual implica el nacimiento de una nueva cultura: la de la virtualidad real (Castells, 1997).
Pierre Levy (1999) afirma que “Hoy en día, un movimiento general de virtualización afecta no sólo a la información y a la comunicación, sino también a los cuerpos, al funcionamiento económico, a los marcos colectivos de la sensibilidad o al ejercicio de la inteligencia. La virtualización alcanza incluso a las formas de estar juntos, a la formación del “nosotros
Las nuevas tecnologías tienen fuertes implicaciones en la constitución de las subjetividades, así algunos autores hablan de tecnoculturas o ciberculturas regidas por nuevas formas de percibirnos a nosotros mismos dentro de una red global.


Piscitelli dice que estamos ante un cambio civilizatorio y una resignificación de la cultura en la cual los contemporáneos de las nuevas tecnologías (nativos digitales) conforman una nueva elite tecnocognitiva: “El tema de fondo es la existencia de un cambio civilizatorio, una resignificación de qué es la cultura. Nos sentimos como cuando los bárbaros tomaron Roma, los estamos esperando”.
Estamos mediados, atravesados por las tecnologías. Nuestras sensibilidades se prolongan a través de las tecnologías, ellas son extensiones de nuestra piel. De Kerchove en su libro La piel de la cultura. Investigando la nueva realidad electrónica (1999) afirma que los sistemas de procesamiento de información son extensiones de las propiedades de nuestras mentes, por eso las llama psicotecnologías. “Desde que han modificado las relaciones en el tejido de la sociedad, también han reestructurado o modificado los rasgos sicológicos, especialmente aquéllos que dependen de la interacción entre el lenguaje y el organismo humano o entre la mente y al máquina.” Además sostiene que las comunicaciones electrónicas borran los límites entre identidades locales y globales debilitando los muros de la identidad privada.
Así, la construcción de la identidad se complejiza con las múltiples pertenencias que tenemos actualmente los individuos a diversos contextos reales y virtuales y la posibilidad de construir identidades proyectivas, a partir de internet y los videojuegos.

lunes, 13 de julio de 2009

Burbules: el placer de crear con las Tics

Burbules en esta entrevista afirma que la naturaleza de la tecnología está cambiando permanentemente y que al participar de los espacios que nos ofrecen las Tics los docentes, al igual que nuestros alumnos, podemos disfrutar de los "placeres de la creación". Darse cuenta de esto seguramente hará desaparecer resistencias al verse las Tics no sólo como herramientas educativas sino como un espacio en el que se puede participar, crear, construir y sobre todo compartir. Mejor escuchar sus propias palabras:

domingo, 28 de junio de 2009

Nuestro mundo escolar: un blog para visitar

Les sugiero dar una vuelta por http://nuestromundoescolar.blogspot.com/ .Un blog para recorrer con gusto que refleja el compromiso del trabajo colaborativo entre docentes y alumnos de distintos años en la Escuela pampeana N° 86 de Abramo . Vemos una vez más cómo la motivación y el deseo de descubrir formas innovadoras de aprender y educar se sobreponen a las limitaciones tecnológicas (poseen escasas computadoras para acceder a internet).
Con motivo del día de la Donación de órganos los chicos hicieron recientemente una animación con GoAnimate, un programa para hacer películas, y la subieron al blog...Realmente para disfrutarla!

miércoles, 17 de junio de 2009

Nuevas tecnologías y competencias digitales juveniles



Denominados “nativos digitales”, “Generación I” o “Generación multimedia”, los alumnos de hoy parecen estar dotados de una “plasticidad neuronal” y de una “elasticidad cultural[1] para dialogar con las tecnologías motivados por la búsqueda de comunicación, entretenimiento, información o de pertenencia a ciertos grupos. Numerosos estudios actuales abordan los consumos culturales y competencias tecnológicas de los jóvenes del S XXI. A continuación se presentan cuatro enfoques: dos de carácter cuantitativo (un informe mundial y otro iberoamericano) y dos textos de especialistas que intentan adentrarse en el uso cualitativo de las competencias tecnológicas juveniles.


El Informe sobre la juventud mundial 2005[2] señala que los jóvenes son los principales innovadores en el uso y difusión de las Tecnologías de la Información y la Comunicación. Se adaptan con rapidez y en general tienen gran interés en obtener grandes cantidades de información. En su entorno conviven las nuevas tecnologías digitales con las viejas tecnologías como la radio y la televisión.
Con respecto a Internet los jóvenes acceden con fines vinculados al entretenimiento, la información y como lugar de encuentro. También aprovechan las posibilidades que les ofrecen las nuevas tecnologías para participar en una serie de actividades cívicas y de participación social.
El documento advierte que no se ha comprobado si las tecnologías son instrumentos de emancipación o si están profundizando las desigualdades y divisiones ya existentes. La juventud no es ajena a la “brecha digital” mundial. Destaca la socialización bidireccional entre generaciones que se produce en la interacción jóvenes-adultos y nuevas tecnologías.

El Informe sobre tendencias sociales y educativas en América Latina 2008 [3] indica que los medios audiovisuales –sobre todo la TV– logran amplia cobertura entre adolescentes y niños, aunque están perdiendo su influencia monopólica ante el surgimiento de las nuevas tecnologías de la información y la comunicación .
Según la prueba PISA, solo el 39,7% de los adolescentes latinoamericanos escolarizados acceden a una computadora para hacer sus tareas escolares.
En los países menos desarrollados, la conexión hogareña a internet no supera el 2,5%, dato que evidencia la brecha digital a nivel regional.[4]
Del total de internautas declarados, solo el 26% ha navegado por sitios que ofrecen temas científicos o educativos. El uso de Internet en los chicos es básicamente lúdico y apunta a una comunicación cotidiana basada en el correo electrónico, el chateo o la mensajería instantánea (la red no es aprovechada en todas sus dimensiones informativas y educativas)

En lo que respecta a Argentina, la investigadora Susana Finquelievich[5] afirma que quienes tienen entre 18 y 24 le dan un uso más general: lo utilizan en todos los aspectos de su vida, para informarse, trabajar, divertirse y establecer relaciones o entretenerse. La autora afirma que internet es una fuente de socialización para el 45% de los más jóvenes y solamente para el 18% de los adultos que le dan un uso más utilitario. Comenta el rol proactivo de los jóvenes en la apropiación social de Internet, por medio de las redes electrónicas comunitarias usadas por los jóvenes o creadas por ellos mismos.

El especialista Sergio Balardini[6] a su vez, sostiene que la red se ve invadida por nuevos proyectos, de todo tipo y géneros en los que participan adolescentes y jóvenes de todo el globo: creación de literatura interactiva, blogs revistas digitales, etc. [7]. Así, las tecnologías tienen fuertes implicaciones en la creación de una tecnocultura y la constitución de las subjetividades juveniles.
Sin embargo “los usos sociales de la parafernalia tecnológica son diversos y segmentados (…) tanto en su consumo como su apropiación”. La “pobreza es igual a baja interactividad” sostiene Balardini.
Menciona una serie de aspectos relevantes en la generación digital: visión positiva de la tecnología, velocidad, cambio en los parámetros del tiempo y el espacio, ruptura de la linealidad, procesamiento en paralelo, el texto ilustra la imagen, enredamiento y conectividad, creación colectiva, información libre, fortalecimiento de la elección personal, acción constante, orientación a la resolución de problemas, recompensa inmediata.

A partir de estos aportes se puede vislumbrar un vínculo dinámico, versátil y creciente de los alumnos con las Tecnologías de la Información y la Comunicación. Aunque existen segmentaciones profundas en el acceso y las competencias digitales. La brecha digital, tal como sostiene Jakob Nielsen [8] implica no sólo la brecha económica (acceso físico), sino también la brecha de usabilidad (interacción con las tecnologías) y la brecha de uso significativo (uso potencializador). En las diversas estrategias para reducir esas brechas tendremos que trabajar todos, y principalmente desde la educación resulta fundamental fortalecer el uso significativo de las nuevas tecnologías.



El uso crítico y la hiperlectura son trascendentales pues iluminan (…) el
proceso básico de selección, organización, filtrado, interpretación, evaluación,
crítica y síntesis de la información que sustenta nuestras estructuras de
conocimiento y comprensión. Este ha sido siempre, en cierta forma, el
proyecto educativo central.[9]


[1] Jóvenes: comunicación e identidad. Jesús Martín Barbero. Revista de Cultura Pensar Iberoamérica. N° 0 , febrero 2002. http://www.oei.es/pensariberoamerica/ric00a03.htm
Fecha de consulta: 10 de mayo de 2009.
El autor hacer referencia así a la camaleónica adaptación de los jóvenes a los más diversos contextos y una enorme facilidad para los “idiomas” del vídeo y del computador.

[2] Informe sobre la juventud mundial 2005 sobre Tecnologías de la información y la Comunicación incluido en el sitio del Programa de Juventud de las Naciones Unidas. Disponible en:
http://www.un.org/esa/socdev/unyin/spanish/wpayinformation.htm#WYR2005
Fecha de consulta: 9 de mayo de 2009

[3] La escuela y los adolescentes. Informe sobre tendencias sociales y educativas en América Latina 2008. Publicación elaborada en el marco del proyecto SITEAL, iniciativa conjunta de la sede del Instituto Internacional de Planeamiento de la Educación de la UNESCO en Buenos Aires y la Organización de Estados Iberoamericanos para la Educación, la Ciencia y la Cultura. Disponible en: http://www.oei.es/pdfs/siteal2008.pdf . Fecha de consulta: 5 de mayo de 2009

[4] Estos datos pueden complementarse con los de la encuesta realizada en el año 2006 por el Programa Escuela y Medios del Ministerio de Educación, Ciencia y Tecnología de la Nación en capitales de provincia y área urbanas relevantes a chicos argentinos de 11 a 17 años . La misma indica que mientras los chicos de mayores recursos acceden en un 75% al uso de la PC, sólo un 10% de los de menores recursos tiene computadora. En tanto sólo la TV (100%) y la radio (95%) aparecen como los consumos más generalizados. Puede consultarse en: http://www.me.gov.ar/escuelaymedios/material/encuesta.pps Fecha de consulta: 10 de mayo de 2009

[5] Finquelievich, Susana (integrante del Instituto de Investigaciones Gino Germani, Facultad de Ciencias Sociales, Universidad de Buenos Aires, Argentina) La informática y los jóvenes: redes sociales de inserción, acción y contención. Disponible en: http://www.links.org.ar/infoteca/lainformaticajovenes.rtf
Publicación de Asociación civil para el estudio y la promoción de la Sociedad de la información Links (
http://www.links.org.ar/). Fecha de consulta: 9 de mayo de 2009

[6] Balardini, Sergio. De deejays y ciberchabones. Subjetividades juveniles y tecnocultura. (Profesor e investigador en la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales, Bs As.) Disponible en: http://imjuventud.gob.mx/pdf/rev_joven_es/20/De%20deejais%20y%20ciberchabones,%20Sergio%20Balardini.pdf . Fecha de consulta: 9 de mayo de 2009

[7] Balardini señala que los jóvenes han sido grandes impulsores y desarrolladores del mundo digital: el famoso buscador Yahoo, su antecesor Mosaic, el sistema operativo Linux, el en su momento innovador MIRC, el programa de mensajería instantánea ICQ, el polémico Napster, tanto como otros programas de intercambio de archivos y cientos de poderosos virus, fueron todos diseñados y creados por adolescentes y jóvenes.

[8] Jakob Nielsen (nacido en 1957, en Copenhague, Dinamarca) es una de las personas más respetadas en el ámbito mundial sobre usabilidad en la web. Para ampliar el tema véase: http://www.useit.com/alertbox/

[9] Burbules, Nicholas y Callister, Th. (2001) Riesgos y promesas de las nuevas tecnologías de la información. Cap 4 ( Lectura Crítica en la internet).

domingo, 17 de mayo de 2009

Del lector al hiperlector: riesgos promisorios

Walter Ong en Oralidad y escritura. Tecnologías de la palabra[1] recupera del Fedro de Platón la opinión que tiene Sócrates sobre la escritura: es inhumana , un producto manufacturado, destruye la memoria, debilita el pensamiento. Ong sostiene que estas mismas objeciones se le realizan a las computadoras (así como la imprenta recibiera en sus orígenes similares acusaciones). “La tecnología, la imprenta y la computadora son tecnologías palabra” dice Ong y las tecnologías no sólo son “recursos externos sino transformaciones interiores de la conciencia”. Cuando se adapta o interioriza una tecnología a uno mismo de tal forma que se convierte en una segunda naturaleza ( el autor proporciona el ejemplo de la orquesta)difícilmente sea “una adaptación deshumanizadora”.

Con la hiperlectura estamos transitado debates análogos: el pasaje de una lectura lineal a una fragmentaria, de la lectura intensiva y continuada a la extensiva y selectiva suscita posturas promisorias y apocalípticas.

Quizás estamos soslayando en estas yermas diatribas lo sustancial: leer es un acto de libertad. Uno lee cuando desea, cómo desea, lo que desea, mientras desea. Uno elige leer libros enteros o fragmentados, textos literarios o informativos, en papel , en la web o en e-book, saltando de rama en rama o siguiendo progresivamente la continuidad de las página. Daniel Pennac en su libro Como una novela enuncia un decálogo de los derechos que la escuela y los adultos deberían reconocer a los jóvenes[2] :

1. El derecho a no leer
2. El derecho a saltearse páginas
3. El derecho a no terminar un libro
4. El derecho a releer
5. El derecho a leer cualquier cosa
6. El derecho al bobarismo
7. El derecho a leer en cualquier lado
8. El derecho a rebuscar
9. El derecho a leer en voz alta
10. El derecho a callar


Considero que ninguno de estos derechos fundados en la libertad inalienable de todo lector son vulnerados por el avance de los hipertextos y las nuevas tecnologías, inclusive quizás los fortalezcan. Tal como sostiene Christian Vandendorpe[3]:



…vamos hacia una hibridación y una diversificación de los soportes de  lectura, al mismo tiempo que de los géneros de textos y los tipos de lectura. El nuevo medio que es el hipertexto se caracteriza sobre todo por la riqueza de su potencial de interactividad y los bruscos cambios de contexto a que obliga a menudo el lector.
Pero estas posibilidades pueden resultar riesgosas si desde la educación no fortalecemos el desarrollo de usuarios críticos o hiperlectores. Al respecto Burbules, Nicholas y Callister [4]afirman:

El hipertexto brinda posibilidades completamente nuevas en el campo de la educación. Si los profesores desean intervenir en el modelado de estas
posibilidades e influir en ellas de manera progresiva, deberán cultivar
nuevas destrezas relacionadas con el diseño e interpretación de la información.
Será necesario que tomen la delantera y ayuden a otros a adquirir tales
habilidades.

[1] Ong, Walter. Oralidad y escritura Tecnologías de la palabra. (1982). Fondo de Cultura Económica.[2] Debo a Christian Vandendorpe el hallazgo de esta cita en su libro Del papiro al Hipertexto. Ensayo sobre las mutaciones del texto y la lectura(2002)[3] Vandendorpe, Christian (2002). Del papiro al Hipertexto. Ensayo sobre las mutaciones del texto y la lectura.[4] Burbules, Nicholas y Callister [4], Th. (2001) Riesgos y promesas de las nuevas tecnologías de la información. Cap 3.